Bitácora

23 de diciembre de 2014

Sobre una valla, dos caminos, y una gente que grita

Estoy esperando tras una valla en la que hay escrito: ''Espere señor, su futuro está al caer'' ¿Y es bueno? Pregunto siempre yo, y nadie me contesta. He llegado a pensar que es bueno, tiene que serlo. Pero al borde del precipicio se encuentra una gente de pelo oscuro, ojos negros y rostro blanco, que solo gritan de forma contínua, aguda, pero precisa, la misma frase: ''No future''

La valla desaparece, y ahora todo es oscuro. Empiezo a ver el mundo que me rodea tal y como es, y ahora lo entiendo. En realidad no hay valla, el futuro es algo que yo me he inventado. Pero yo lo necesito, tengo que creer en él. Porque me doy cuenta de que sin un futuro estoy muerto, que mi presente no vale nada, que no importa si saldrás o no del agujero, lo que importa es que ahora mismo estás en él.

Dos caminos. Uno es tan triste como el mundo que me rodea, pero no tiene baches, y parece largo. El otro camino da miedo. Al final del segundo veo la felicidad, al final del segundo lo seré todo. Pero el camino es demasiado peligroso, demasiado difícil. Te obliga a arriesgarte, a apostar, y la última vez que aposté perdí y desde entonces ya no apuesto. Pero no puedo seguir viviendo sin apostar. Porque los de pelo oscuro, ojos negros y rostro blanco siguen gritando: ''No future''

Tomar el camino seguro, y vivir la vida del que no vive, o tomar el camino del peligro, y posiblemente acabar muerto, aunque también con la remota posibilidad de serlo todo, de encontrar una razón para seguir, algo a lo que aferrarse, que no sea esa valla mentirosa.

Entonces, cuando me dispongo a tomar el segundo camino, la voz de la experiencia me advierte de fondo:
-Estás a punto de tomar un camino parecido al de los ''Héroes'' del mundo. Ya lo has tomado antes. Recuerda, tú no tienes su magia, no tienes su fuerza. Sufrirás. Sufrirás mucho. Nadie te respetará, y muchos te verán como un loco. Y te abandonarán.
-¿Pero eso no lo tengo ya?

16 de diciembre de 2014

Un aviso a esos ''Héroes'' del mundo

Y esa explosión de ideas, ese caos mental consistente e imparable, aumentaba cada día más y más. Y aunque al principio solo derivaba en desesperación y nostalgia, con el tiempo se iba convirtiendo en un odio profundo e incontrolable, en un deseo de violencia física irracional, y una locura cada vez más letal. Pensamientos suicidas carentes de razón se escondían en lo más profundo de su negro corazón, y poco a poco empezaba a entender a esos villanos de películas irreales que hacen el mal sin motivo aparente, pero con mil razones. Y se refugiaba cada vez más en la oscuridad de su alma, como aquellos engendros salidos de los cuentos que no pueden perseguir al héroe cuando este se acerca a la luz. Andaba como muerto por un mundo que lo odiaba, que seguía sin darle lo que quería, que se empeñaba en clasificarlo en el bando de los villanos, y se iba convirtiendo cada vez más en un monstruo carente de ninguna bondad, ya sin resquicio de esperanza. Compasión y solidaridad eran facultades solo al alcance de los ''Héroes'' del mundo, y él solo deseaba derrotarlos, acabar con ellos de la manera más horrible, conquistar todo lo que tenían, y arrebatarles ese poder que los hacía invencibles.

Y los demás no se si lo verían tal y como era, pero él sí los veía a ellos, y no podía soportarlos, no quería escucharlos, solo acabar con todos. Ya no eran pobres ignorantes, ahora los demás solo se dividían en enemigos y premios conquistables. Aquellos seres a los que deseaba poseer en aquellas noches crueles de tristeza y soledad, y aquellos otros a los que dirigía el profundo odio que nublaba su corazón. Y cada vez era más difícil vivir con ellos, comulgar con ellos, y unirse a ellos, puesto que ya no era como ellos.

Comprobó desconcertado como la naturaleza le había puesto ya una etiqueta, y estaba condenado a cumplir ese papel miserable que le había tocado. Alguien tenía que ser el villano de la película.

Pero cuidado, le digo yo a todos esos ''Héroes'' del mundo, porque si acaso se descuidan, y permiten que este triste monstruo se haga con el poder, no habrá nadie capaz de contener su ira, lo destruirá todo y a todos, porque este odio ya no es racional, ya no hay nada detrás. Ahora solo es odio. La naturaleza hace al villano y le da espíritu de villano. Solo os queda desear a todos que también sea lo suficientemente sabia como para no darle el poder al villano.

11 de diciembre de 2014

Una canción

Sí, solo una canción.





 (Una vez se entiende la letra, el vídeo oficial no tiene desperdicio)


1 de diciembre de 2014

Una oportunidad

Y también hubo noches en las que un antiguo aprendiz le confesaba tristes miedos a su maestro. Miedos que nunca se reconocen, que se intentan ocultar, que incluso se toman a risa. Pero que son los más reales:

-Pues no es un miedo, maestro, si no más bien una sensación. Es esa sensación de que te vas destruyendo poco a poco, como una vasija antigua y valiosa, consciente de que una vez brilló, pero que ahora ve como todos sus pedazos están desperdigados y no volverán a encontrarse. Es triste comprobar lo mucho que dependemos de otros. Que muchas veces nuestro triunfo o nuestro fracaso no depende de nosotros, si no que, sin darnos cuenta, nos lo jugamos todo a una mano. Y que a veces pierdes y ya no puedes volver a jugar. Pero todo ese odio permanece dentro de ti, nostálgico de la gloria pasada, deseoso de tener la oportunidad de luchar, de volver a brillar.

Pero tú solo andas como muerto por los pasillos del mundo, rodeado de gente que parece no verte, y de gente que te ve, te echa una mirada de desprecio y mira para otro lado. Parece que no quedaran miradas de lástima, o miradas de envidia, o miradas de respeto. Porque yo odio a los que me miran con altanería, a esos ''Héroes'' del mundo, a esos que juzgan sin saber, solo por el privilegio de ser felices. Pues, a fin de cuentas, que fácil es ser feliz para el que lo tiene todo, y que fácil es también criticar al infeliz, y llamarle débil y fracasado son platos a la orden del día.

Pues yo también brillé una vez, mucho más de lo que muchos brillarán nunca, y ahora ya no brillo. Ahora solo ando por un pasillo adornado con sueños rotos, deseos que vinieron acompañados de sufrimiento, y reflejos de un dios que pudo ser y nunca fue. Y puede que nunca salga de aquí, pero solo pido oportunidades, una oportunidad de saborear el poder, el egoísmo, vanagloriarme de mis actos y acabar con aquellos que son invencibles, una oportunidad de redención, de crecimiento, de venganza. Una oportunidad de alejarme de la verdad, y de ser el rey en el mundo de la ignorancia, de la mentira, del dolor, del placer, de la individualidad y de la fuerza.

19 de noviembre de 2014

Palabras de poca esperanza, para un desesperado

Y el aprendiz se dirigió al maestro y al fin le confesó esos miedos extraños e intrínsecos, de esos que se intentan ignorar, a los que se les resta importancia. Esos miedos que nadie entiende, que nadie respeta. Esos miedos que nunca se cuentan:
-Pero qué triste es vivir cuando no se vive, qué triste es el tener la consciencia de que uno una vez brilló, y de que ahora no queda nada, de que uno se dejó destruir. Qué triste es ver la puerta entreabierta y no poder abrirla. Que triste es que los dioses nos hicieran depender unos de otros, y que solo le dieran a algunos la fuerza de luchar contra los demás. ¿Cómo se vive, maestro, sabiendo la verdad?
-Tu historia no es la de un iluminado que ha descubierto la verdad. Tu historia es la de una mujer, un caballero de espesa barba y un diamante en bruto que dejó de brillar antes de tiempo. La pérdida del placer siempre trae sufrimiento. Yo te lo advertí, pero los hombres son débiles frente a estos placeres mundanos.
-Pero no siempre es así. Porque hay hombres que se dejan llevar por estos placeres mundanos, hombres que viven siempre entre ellos, hombres que los gozan y que finalmente terminan siendo poseídos por ellos. Estos hombres tienen todo lo que yo no tengo.
-Pero tú tienes todo lo que ellos no tienen. Tú tienes la verdadera consciencia de lo que es la felicidad, pues nunca se valora lo que se tiene. Los que tienen el placer a menudo se lamentan porque son cortos de miras, simples e insulsos, y les falta tu entendimiento.
-Pero los felices son ellos, no yo.
-Para que haya victoriosos tiene que haber perdedores.
-Qué sencillo es decir eso cuando se es de los victoriosos.
-Tú ya brillaste una vez. Brillaste por poco tiempo, pero tu luz ya se apagó y ahora brillan otros. Ahora solo te queda la vieja esperanza de desear un futuro mejor. Refúgiate en tu juventud, regocíjate cuando veas a esos viejos tristes y deprimidos que ven cerca el final del camino y que aún no han brillado. Envidia a esos a los que llamas triunfadores, a esos que tienen todo lo que tú no tienes, y aprovecha esas ventajas que tienes contra ellos, ese entendimiento y esa lucidez, que quizá algún día te saquen de ese agujero en el que te has metido.
-Decirle que espere al que sufre, es como darle amistad al que busca amor.
-A veces, el amante, a base de amistad olvida el amor.
-Tu consejo es que espere el amor, o que aprenda a vivir sin amar.
-Palabras de poca esperanza, para un desesperado.

22 de octubre de 2014

Por esos exóticos momentos

Porque hay momentos en los que se recuerda el pasado y se sonríe. No es lo normal, no es lo lógico, no es lo bueno. Pero a veces pasa. Y es por esas veces por las que se sigue adelante. Es por esas veces por las que seguimos tirando de este sinsentido que es vivir por inercia, con esa vieja esperanza de que las cosas cambiarán, mejorarán, lo nuevo es siempre mejor. Dando vueltas por la plaza del pueblo sin saber muy bien adónde vas o qué haces, esperando a alguien, o a algo, que nos enseñe el camino. Y entonces te das cuenta de que la ignorancia se fue, se escapó sin avisar, igual que aquellos amores que se desean tanto al principio y que aburren tanto al final. Ahora crees que lo ves todo tal y cómo es, y estás atrapado. Atrapado por el pasado, que por mucho que todos dicen que se olvidará y se superará, nunca se va y siempre te lo encuentras como ese muro imperturbable que te impide avanzar; atrapado por el futuro que se cierne sobre tí,constante, impasible, imperturbable, impidiéndote ser lo que una vez deseaste, atándote a esa mera existencia que es vivir por inercia.

Estos momentos en los que te das cuenta de que ya no forjas nuevos recuerdos, de que ya no luchas, de que tu corazón está roto y ya no ama, de que hay algo que de repente ha aparecido en tu interior y te impide volver a ser egoísta, de que ves a los demás con pena y a la vez con envidia. Esos momentos en los que parece que tuvieras 60 años, cuando en realidad no llegas a la veintena, y te das cuenta de que solo eres un adolescente incrédulo al que le enseñaron la realidad demasiado pronto.

Y es en estos momentos cuando miras al pasado y sonríes. Porque, joder, se cometieron errores, pero coño, fueron buenos errores. Fueron errores catastróficos,de esos que te persiguen en esas noches en las que no quieres pensar y piensas. Pero coño, quién seríamos si no hubiéramos cometido esos errores.

Por eso, en esta noche de música vieja pero llena de significado, en esta noche de pensamientos nostálgicos, en esta noche de sinsentido y tristeza encubierta, miro al pasado y sonrío. Y esta noche no deseo ni persigo esa mentira que es la idea de un futuro mejor. Esta noche solo deseo cometer más errores.

(NOTA**: Comentar que he empezado un blog compartido para la clase de historia de la filosofía. En él publicaré principalmente aburridos comentarios de textos filosóficos, pero también intentaré colar algunas entradas originales. Si alguien gusta de lo que escribo o de cómo lo escribo, que le eche un vistazo. Enlace en la columna derecha del blog.)

30 de julio de 2014

Sobre noches de gloria,miedos y deseos cumplidos

Miseno al fin lo había conseguido. La tenía. No había sido fácil, desde luego. Pero lo había conseguido. Por medio del esfuerzo había conseguido cumplir un deseo. Había soñado mucho con este momento. Ahora lo que quedaba era sentir el placer por el deseo cumplido, como su maestro le había dicho tiempo atrás. Pero no fue placer lo que sintió, al menos no tanto como debería. Al principio estaba en una nube y no sentía nada. Después, sintió miedo. No era un miedo grande ni desproporcionado, de esos que te atenazan el corazón. Más bien era un miedo suave, ligero, mezclado con reminiscencias del placer obtenido. Pero miedo, ¿a qué? Ya lo tenía todo. Se podía considerar incluso feliz.

Meditó durante un tiempo, y entonces descubrió lo que temía. Temía demasiadas cosas. Temía que, al igual que su maestro le dijo, el amor desapareciera, se fuera igual que llegó, de repente y sin avisar. Pero entonces, ¿era amor lo que sentía, o solo un gran e irrefrenable deseo? Ahora que había conseguido lo que quería, seguía sin ser feliz. Ahora tenía miedo a perderlo todo, y que su gran esfuerzo al final terminara siendo inútil. Y no hace falta decir que al final lo perdió todo, como su maestro pronosticó. Por eso están los que dicen que amar es de necios, pues se sufre al amar, se sufre al ver el amor completo, y se sufre más aún cuando se pierde el amor. Y siempre se pierde.

Pero Miseno no solo temía la pérdida del amor. También temía la pérdida del deseo. Pues mientras gozaba en las mieles de la justa y merecida victoria, también se dio cuenta de que algún día llegaría el tedio y el aburrimiento. Y con ellos un nuevo deseo, igual o más fuerte aún que el anterior, clamando desde sus adentros por ser cumplido, y obligándole a destruir todo lo que había conseguido después de tanto esfuerzo.

Y finalmente, pero no menos importante, Miseno temía con toda su alma al fracaso. Pues en cualquier momento se puede fracasar, y puedes perderlo todo. A veces ni siquiera descubres un error hasta que todo está perdido. De esta forma, para evitar fracasar, planeó metódicamente todos sus movimientos. Y justo por planear demasiado, al final fracasó.

De esta forma, en aquella noche en la que Miseno tendría que haber dormido con los Dioses, tal debía de ser su felicidad, durmió triste, pensativo y asustado. Asustado por las dudas, y asustado por el futuro. Pero aquella noche pasó, y Miseno fue feliz, al menos durante un tiempo. Sin embargo, el miedo lo acompañó durante mucho tiempo, y cuando por fin el miedo desapareció, fue cuando lo perdió todo. Cruel destino está reservado para el hombre que sólo desea y necesita, pues cumplir un deseo sólo trae más deseos, y lo que se necesita, ya no se quiere cuando se tiene.

9 de junio de 2014

Niebla

(NOTA**: Unas anotaciones antiguas que tenía rulando por el ordenador. Aunque ya no tengo ninguna de esas sensaciones y es una cosa que pasó a la historia, me apetece publicarlo por la pequeña riqueza literaria que (en mi opinión) atesora.)

Sus palabras parecen claras, pero sus pensamientos me desconciertan. En realidad todo me desconcierta. Niebla. Todo está cubierto por niebla. Pero no es una niebla oscura y densa, de las que te encierran y te asfixian en soledad. Es una niebla clara y luminosa, de las que parece que te permiten ver a través de ella, pero cuando miras no ves nada. Lo único que es seguro es que la niebla al final se irá, y entonces se verá todo claro, y palabras y pensamientos serán uno.

¿Y por qué no veo nada? Ahora me muevo entre susurros y rumores. La mayoría mandan mensajes positivos, de optimismo. Me dan como ganador. Y esto es lo que marca la diferencia con otras ocasiones. Esta vez parece que puedo ganar. Pero entonces oigo sus pensamientos, duros pero temblorosos, y me cambia la cara. ¿Se lamenta por mi? Parece demasiado utópico pensar que soy el centro de sus pensamientos, porque yo estoy ahí, pero también hay otros. Y todo parece indicar que se lamenta por estos otros. ¿Pero quiénes son estos otros? ¿Por qué tengo que competir con ellos? ¿Quién dio el pistoletazo de salida?.

Y entonces me olvido de los pensamientos, y pienso en las palabras. Las palabras son bonitas, o quizá yo soy tan estúpido que me lo parecen. Pero a veces también hay dudas, también hay palabras
que encierran otras. A veces se echan de menos más palabras. A veces sobran las palabras.

Pero mi gran alivio final, es que sé que tarde o temprano me chocaré con el gran muro de la verdad, y la niebla se levantará, y los susurros se acabaran, y todo estará claro. Y quizá el futuro que vea en ese momento sea alentador. Si no, entonces volverá a comenzar el ciclo y nos terminaremos viendo en la misma situación, pero un poco más sabio, y más valiente.


''Todo se hunde en la niebla del olvido, pero cuando la niebla se despeja el olvido está lleno de memoria'' -Mario Benedetti

Dark Side of the Moon

Hoy para mí es un día negro, de esos en los que miro adelante y no veo nada bueno, y me disponía a escribir una entrada rajando e intentando describir como me siento. Pero eso lo hago demasiado. Así que he cambiado de idea.

El curso está ya en sus últimos compases, y aprovecho esta noche para escribir una entrada que llevo deseando escribir todo el año. El título lo dice todo. Llevo todo el año escuchando este magnífico disco que me ha enseñado a valorar de verdad la música, a diferenciar lo que es música de verdad, no esa música moderna que está de moda y que nos venden la tele y los medios. No esa música que tanto le gusta a la mayoría y que tan bien valorada está.

Aunque esto no lo aprendí solo de este disco evidentemente. Sin embargo este es de los que más me ha marcado, de los que más enseña, de los que más se aprende, y de los que más se disfruta. Del ''Lado Oscuro de la Luna'' he aprendido que realmente el tiempo se acaba, que se puede aprovechar el momento, que el dinero no es nada, que las pasiones lo son todo, que no hay ningún dios esperándonos allá arriba... Que algún día me despertaré con mis huesos viejos y doloridos, y echaré la vista atrás y entonces veré si todo mereció la pena. Porque es cierto que todo esto es triste, y quizá es mejor vivir en la ignorancia, pero se aprovecha más cada momento cuando sabes que se acaba.

Pero no solo he aprendido cosas, también me han surgido preguntas: ¿Por qué corre el hombre en ''On the run''? ¿De quién huye? ¿Por qué corremos detrás del Sol? ¿Por qué grita la mujer en ''The Great Gig in the Sky''? ¿Por que rezan los fieles y escuchan las ''palabras mágicas''? ¿Creen que les salvarán? ¿De quién se ríe el loco? ¿Quién está en el lado oscuro de la Luna? Son todo preguntas que difícilmente tengan respuesta, pero que tienen un significado en el contexto del disco, y que lo hacen aún más increíble y mágico.

Porque cuando lo escuchas por primera vez y lo entiendes ya no te quedas igual, ya no eres el mismo. Y porque en días negros como este, todavía lo escucho, y todavía me deleita y me enseña más cosas, y cuando no veo nada seguro, todavía me ayuda a ver las cosas en perspectiva y más claras.

Para terminar, decir que entiendo que este tipo de música no le tiene por qué gustar a todo el mundo. Sin embargo, si alguien gusta de lo que escribo, o ha aprendido algo de mí, o le ha sido útil alguno de mis desvaríos, que escuche por favor este disco. Merecerá la pena.

3 de junio de 2014

La filosofía en alza del ''Yo Puedo''

Me sorprendería gratamente si con la simple lectura del título, algún lector supiera exactamente a que me refiero y de que me dispongo a hablar. Es un tema interesante, y podría extenderme y abordarlo desde diferentes puntos de vista, pero finalmente prefiero cobijarme bajo el antiguo ideal renacentista de limpieza en la oratoria, e ir directo al grano.

El tema es muy sencillo. ¿No os suenan esos ideales que hablan sobre el valor del esfuerzo, el trabajo, y, básicamente, la capacidad de obtener lo que queramos, simplemente luchando por ello?
A diario me veo bombardeado por propaganda de este tipo, y no sólo eso, además conozco numerosa gente inteligente que se rige por esta filosofía. Por si a alguien no le ha quedado claro aún, quizá lo entiendan al leer frases de este tipo: ''Persigue tus sueños, no importa si los demás piensan que son inalcanzables. Lo lograrás'', ''Puedes conseguir lo que te propongas, tan solo tienes que esforzarte'', y otras citas que he encontrado, simplemente, leyendo twitter durante unos minutos. Básicamente me refiero al tópico de ''el que la sigue la consigue''.

Y lo que pretendo con este texto, amigos y amigas, es desmentir esto. Siento aparentar ser pesimista, pero es una creencia demasiado extendida para que nadie parezca darse cuenta de que es mentira. Hay cosas que no se pueden conseguir por mucho esfuerzo que le dediques. Muchos enamorados adolescentes, por ejemplo, se escudan en estas filosofías, y de verdad se engañan a si mismos, pensando que pueden conseguir ciertos amores imposibles. Y con este ejemplo, os expongo mi punto de vista. Dependemos de otras personas. Es decir, no puedes conseguir todos tus objetivos porque no todos dependen de ti. En el anterior caso del amor, por ejemplo, siempre depende de la otra persona. Pero al fin y al cabo este es un ejemplo muy típico: ya la mayoría de la gente entiende que no siempre puedes conseguir el amor. Pero abordemos el tema por otra punto de vista.

El capitalismo, ese tema tan trillado actualmente, no es muy diferente al ejemplo del amor platónico, pero quizá si algo más complejo. ¿No es cierto que se nos hace creer que podemos llegar a dónde queramos? Y además mucha gente se cree esto. Y así estamos todos engañados pensando que llegaremos a ser alguien. Y ahora me dirán: ¡Pero algunos se esfuerzan y lo logran! Que más puedo decir, sino empezar a hablar de suerte. Algunos definen suerte como una fuerza sobrenatural, que incluso se puede llegar a controlar. Pero la suerte, realmente, es el nombre que le damos a ese enorme conjunto de variables que no podemos controlar, y que nos afectan diariamente en nuestra vida, desde el hecho de que te atropellen por la calle, hasta el hecho de que se te ocurra una idea que revolucione el sector automovilístico y te haga millonario.

Tampoco es mi intención animar a nadie a que deje de esforzarse y se olvide de sus sueños y deseos. Simplemente busco ilustrar a algunos, y acabar con los problemas que generan las falsas esperanzas, como frustración y, finalmente, desánimo. No te ofusques demasiado con sueños imposibles, a veces, de hecho, se termina siendo más feliz con lo que se tiene que con lo que una vez se deseó.

2 de abril de 2014

Un lugar llamado mundo

España. Cataluña. Independencia. ¿Os suena de algo? Es ese tema tan trillado actualmente sobre el nacionalismo, la identidad como estado único y dependiente. Muchos ya piensan que vaya tema mas aburrido, otros sin embargo, seguro que tendrán su propia opinión. Algunos, por sus palabras, dan a entender que piensan que los catalanes son inferiores a nosotros. Otros dicen que los catalanes solo hacen esto para llamar la atención.

A pesar de que no me gusta nada hablar sobre estos temas, decidí dedicarle una entrada cuando escuché a una persona decir que, simplemente, mandando los tanques a Cataluña se arreglaba el problema. Y lo dijo muy en serio. Miedo me da que haya gente así suelta.

Siempre me ha parecido increíble como hay tanta gente que piensa que su país, ese trozo de tierra en el que naciste por accidente, es mejor que el resto (o diferente, siquiera) y que tú y los tuyos sois, de la misma forma, superiores. Todos los días comprobamos esto, todo ese odio que por alguna razón tenemos hacia los franceses, esos malos ojos con los que muchos miran a los catalanes, y a los vascos. ¿Que es esto de los nacionalismos? Pues yo de momento veo que solo sirven para provocar problemas, peleas y disputas entre la gente. Y aquí nos hallamos, con un pueblo catalán luchando por independizarse de una España que por alguna extraña razón odian, un pueblo vasco que ha protagonizado los peores actos terroristas en la historia española (y todo por verse de otro color en el mapa), e incluso un pueblo malagueño que no ve con muy buenos ojos a los sevillanos. Y no solo eso, tampoco nos gustan los alemanes, ni los franceses ya anteriormente mencionados, ni los suizos (tienen mucha pasta...), ni los ingleses (Gibraltar...)ni los chinos, moros, rumanos e inmigrantes en general (porque nos quitan el trabajo...), ni los rusos, ni los americanos... cada vez nos quedan menos amigos fuera. Sinceramente, a día de hoy con nuestra sociedad globalizada, no serían tan descabelladas las ideas cosmopolitas y ser todos, como en el anuncio, ciudadanos de un lugar llamado mundo.

Pero en fin, supongo que todo esto son simples ideas imposibles de llevar a cabo. Mi única satisfacción sería que al menos, esto le sirviera para reflexionar a alguien, darnos cuenta de que todos somos iguales, y quitarnos de la cabeza la idea de mandar los tanques a Cataluña, por favor.


20 de marzo de 2014

Hemos venido a pasarlo bien

En un contexto muy distinto al anterior, aquí se habla de otra cosa, algo sobre lo que hacía mucho tiempo que quería hablar. En numerosas situaciones se nos pone a prueba, y se exige un mínimo. Si no alcanzamos un determinado nivel, somos desechados y se elige a otro. Este a menudo disfruta del respeto y admiración de los otros, pero también se crea envidia alrededor de su persona. Y, finalmente, llega otro mejor y lo supera. Esta es la filosofía de esta sociedad, la búsqueda del rendimiento y de la perfección. Por supuesto esto se aplica en gran medida al mundo de los deportes. Y crea frustración en muchos jugadores, que buscan superarse a sí mismos y a los demás.

Muchos ya habrán dejado de leer, o se estarán preguntando que tiene que ver esto con el título. Otros, los más espabilados, solo al leer el título ya se creen que voy a escribir el típico ensayo para el profesor de filosofía sobre el carpe diem. Pero todo esto viene a cuento de otra cosa.

Hace poco, escuché una conversación que me dio que pensar. Un individuo hablaba con otro, y le hablaba sobre problemas en su vida y tragedias que había sufrido. El otro sin mas dilación, le contestó: ''Ya sabes, hemos venido (a la vida) a sufrir''. En este momento entra en escena un tercero, que con gran tino indica lo siguiente: ''No, hemos venido a pasarlo bien''.

No se puede negar que en la vida se sufre, en todo lo que hacemos, en nuestro día a día. Luego están los seres superiores, ya mencionados en otra ocasión, que por lo que afirman dan la sensación de ser perfectos, porque a ellos todo les da igual, o todo les sale bien.

Pero no nos perdamos y volvamos con los deportes, pues me gusta afrontar el tema por aquí. Además, me declaro gran fan del baloncesto, que mejor forma que hacer una metáfora usando este magnífico deporte. El jugador, aun siendo ''bueno'' y poseyendo una serie de habilidades, siempre pierde un balón, siempre falla un tiro. Incluso puede tener un partido pésimo, y dar la sensación a los contrincantes de que es un ''mal'' jugador. En mi caso, llegaría la frustración, el enfado, sentimiento de inferioridad respecto al resto. Pero he tenido la suerte de ver a un jugador que me hizo pensar que hay otra salida. No lo clasificaría como un jugador demasiado bueno, pero tiene algo casi único. En cada jugada, con cada balón que toca, se le figura una sonrisa en la cara, independientemente del resultado de la jugada. Y esta sonrisa no se le borra, ni cuando juega mal. Disfruta del deporte en sí, no del sentimiento de superioridad que obtienes al derrotar a alguien. En mi caso, ¿sería esto posible? Soy lo suficientemente sincero para decir que no, pero también los suficientemente listo para saber que sería lo ideal.

Ahora va el consejo. Aplica esto a tu vida. Sé el jugador sonriente. No has venido a ganar a nadie. Es decir, no tienes que tener mas amigos que nadie, ser mas sociable, mas listo, mas amable, ni siquiera mejor persona. Quizá te suene mal, pero, en realidad, no tienen ni que recordarte. Solo sonríe, aunque sea para tus adentros, siempre que se pueda, pues cada vez que lo hagas es una victoria mayor que la que puedes conseguir en cualquier cancha.

Para mí es muy fácil aconsejar, pero también os digo que este consejo no es aplicable en mi caso. No va conmigo. Me ha tocado ser competitivo, y todos los problemas que esto trae. Sé que no sonreiré cuando pierda un balón. Pero si sé una cosa, verdad sobre verdades, que esta encima de la frustración y de la competición, y de los problemas y de los sufrimientos, y que aplico a mi día a día: Hemos venido a pasarlo bien.

27 de febrero de 2014

''Yo'' y los ''otros''

Estas palabras, escritas en una mañana de luz, sol e ilusión, bien podían haber sido escritas en una noche oscura, triste y lúgubre, porque esta vez no se escriben penas, ni ilusiones, ni tristezas ni opiniones. Que el estimado lector sea el que valore lo que aquí se expone. También advertir que el siguiente texto no es claro, y puede llevar a confusión, así que todo buen lector sepa que tiene permiso para cerrar ya mismo la página, si bajo su criterio piensa que no es momento de leer patrañas.

 Pues hoy (o quizá ayer, o quizá mañana) salgo, y me encuentro con algo. Allí están los ''otros'', al igual que ayer, al igual que mañana. ¿Pero qué son los ''otros''? No son fantasmas, ni seres paranormales escapados de algún relato. Los ''otros'' están ahí, y los otros también son ''todo''. Bueno, casi, porque yo sé poco de los ''otros'', pero sí sé una cosa, verdad sobre verdades, y es que ''Yo'' no estoy en los ''otros''.

¿Qué, o quiénes, son entonces los ''otros''? Unos son buenos y otros malos, y otros ocultan esto con disimulo. Pero todos los buenos tienen algo malvado, y también los malvados, encierran un resquicio de bondad. En los ''otros'', también destacan muchas figuras. La más importante, el que siempre sobresale entre todos, el que no habría de ser descrito, pero que aun así lo será. Esta figura sobresaliente es el que llamaremos el ''Héroe''. Lo primero que debes saber es que el ''Héroe'' siempre acierta, y lo hace todo bien. Sin embargo, el ''Héroe'' no es perfecto, pero no se equivoca. El ''Héroe'' planea sus pasos, y afirma conseguir todo lo que se propone. Afirma haber tenido suerte. No te puedes pelear con el ''Héroe'', pues el ''Héroe'' siempre gana. Y aunque el resto no lo dicen, o no son conscientes de saberlo, ellos también lo reconocen como el ''Héroe''. Y alguna vez quizá pienses: Si a él le sale bien, ¿por qué no hacerlo yo? Craso error, pues tu no tienes su magia y tus actos no se verán igual que los suyos. Aunque pareciera que ''Héroe'' solo hay uno, muchos se le parecen en realidad, y te hacen dudar de su identidad. Y a veces incluso parece que todos son héroes y tú eres el único villano. Alguno quizá piensa que me estoy refiriendo a Dios o a alguna entidad todopoderosa, pero nada mas lejos de la realidad, pues el ''Héroe'' es de carne y hueso, y está ahí, y si sales lo vas a ver, y me darás la razón. O quizá tú, mi querido lector, quizá eres tú el ''Héroe'', pero te aseguro que si lo eres nunca lo sabrás, o nunca lo admitirás. Lo único que es cierto es que el ''Héroe'' no soy ''Yo''. Pues ''Yo'', a veces, soy la antítesis del ''Héroe''. Más que a veces,a menudo me convierto en villano y todos parecen pensar que ejerzo el mal por placer. Pero no os engañéis, el ''Héroe'' no es héroe por ser honrado, sino porque sus actos malvados, no son vistos como tal, es héroe porque aunque haga el mal, los otros no parecen darse cuenta y siempre lo tienen en alta estima, y esto es lo que lo hace mágico.


Pero no hay que olvidar que el ''Héroe'', aún en toda su majestuosidad, también pertenece a los ''otros''. Y no es la única figura que sobresale, pues también hay otras figuras a destacar. Por ejemplo, tenemos al ''Escritor'' ( el cual tampoco soy yo, pues recordad, yo no estoy en los ''otros'') que con sus bonitas palabras a menudo nos regala los ojos y el oído. No solo es ''Escritor'', pues es especialista en todas las artes. Sin embargo, el escritor se cree desgraciado como el solo, y a veces pienso que no ve las desgracias de los que lo rodean, o las cree inferiores a las suyas, y al igual que todos, tiene en gran estima al ''Héroe''. Y por último, también hay que destacar al ''Rey''. El ''Rey'' es ya poseedor de todo lo que desea, y por eso es el ''Rey'', el rey en su felicidad. Además, a diferencia del resto, al ''Rey'' no parece afectarle el tedio, no parece aburrirse de lo que tiene, y aunque tiempo ha que ya perdió el deseo, no pierde la felicidad y eso lo hace único. Pero incluso él tiene en alta estima al ''Héroe''.

Para terminar, indicar que sé que este texto no es claro,como ya especifiqué al principio, y más no lo puedo aclarar, así que pongo en manos del sabio lector que le extraiga su propio significado, si es que lo tiene, y lo use siempre en su propio beneficio. Pues valores como el altruismo, o la generosidad, si bien es necesario que los posea y los emplee todo hijo de vecino, no tienen cabida aquí. Pues lo único que es cierto, algo que el ''Héroe'' con todo su poder, nunca podrá cambiar, es que, primero, estoy ''Yo'', y luego, están los ''Otros''.



9 de enero de 2014

El suicidio de Neil Perry

Esta entrada es para la clase de filosofía, pues el profesor nos pidió escribir algo sobre algún tema que nos pareciera interesante sobre la película ''El club de los poetas muertos''. Veréis que la entrada está escrita en un tono algo violento, es simplemente que en el momento que la escribí me pareció interesante darle un tono más dramático

Neil Perry, futuro estudiante de Harvard y médico de prestigio. Acabó con una bala en la sien. Un chico que se vió tremendamente influenciado por la filosofía del carpe diem, y que la defendía a capa y espada. Se preguntarán, ¿como acabó este chico criando malvas? Los que vieron la película lo saben. ¿Pero quién es realmente Neil Perry?

Neil representa la figura del verdadero cobarde, pues no es más cobarde el que se esconde en una pelea, ni tampoco el que se esconde de la vida, sino el que renuncia a ella. ¡Carpe diem! Cuando todo va bien, perfecto, pero cuando algo malo pasa, me pego un tiro. Ese es Neil Perry. ¿Quince años en una academia militar? Es otra oportunidad que te pone la vida por delante. Un oportunidad para rebelarte contra tu padre, para seguir luchando por lo que crees, no es el fin del mundo

Neil les traicionó a todos, a sus amigos, al profesor Keating y a todos los que lo querían. La próxima vez piénsatelo mejor Neil, una vida extraordinaria no es para cualquiera.

2 de enero de 2014

Fin de año

Tras el reciente cambio de año, veo mucha gente que empieza a hacer valoraciones sobre su 2013, y recuerdan los buenos y los malos momentos, para ver cuales han sido mas intensos y determinar si 2013 fue bueno o fue malo, además de ver como mejorar el próximo año, y marcarse unos propósitos a cumplir durante 2014 para ser mas felices. Yo mismo he llegado, sin quererlo, a hacer estas reflexiones, pero el resultado obtenido no es nada gratificante en la mayoría de los casos. Me explico: Cuando estas recordando los momentos malos, te vuelven todas las sensaciones que sentiste en esos momentos, esa tristeza, ese dolor, y te lamentas por aquellos momentos. Cuando recuerdas los buenos momentos, sin embargo, junto con las buenas sensaciones, también aparece la melancolía y la nostalgia, pues esos momentos ya pasaron y no volverán, y quizá tu situación actual es distinta a la que tenías en aquel momento.

A dónde quiero llegar con esto, os preguntaréis. No hagáis valoraciones, no recordéis el pasado. El pasado está ahí para aprender de él, no para vivir en él. Quizá si os pregunto la mayoría me diréis que vivís en el presente, carpe diem y todo ese rollo, pero seguro que si reflexionáis un rato os daréis cuenta de que en muchos momentos vivís en el pasado y os olvidáis del presente. Por eso echas de menos a aquellos amigos que apenas ves, por eso lamentas no haber estudiado aquella tarde para ese examen, por eso no te puedes olvidar de aquella chica guapísima que te rechazó. Pero no ganamos nada recordando. El cerebro humano funciona de una manera muy curiosa. Cuando tienes un problema o una mala experiencia, tu cerebro te provoca esa bomba de sensaciones negativas, esa tristeza y esa melancolía. Y cuando hemos sufrido y hemos aprendido todo lo que podíamos de esta experiencia, la guardamos en un rinconcito de nuestro cerebro, y con el tiempo la vais olvidando. Comprobadlo. Quedad algún día con antiguos amigos de vuestra infancia, y seguro que en algún momento te dirán ¿te acuerdas de aquella vez como la cagaste o hiciste noseque? Y es muy probable que vosotros no os acordéis de esa mala situación, pues en aquel momento ya la superasteis. Pensad en ello.

Finalmente, solo os lanzo un consejo para este nuevo año. Vivid cada momento de la forma mas intensa que podáis, cuando tengáis ganas de reír, reíd todo lo que podáis, y cuando tengáis ganas de llorar, llorad todo lo que podáis, pero cuando cada momento pase, saltad al siguiente, y no viváis en el pasado. Sin más dilación, me despido y os deseo un gran año a todos.