Bitácora

23 de diciembre de 2014

Sobre una valla, dos caminos, y una gente que grita

Estoy esperando tras una valla en la que hay escrito: ''Espere señor, su futuro está al caer'' ¿Y es bueno? Pregunto siempre yo, y nadie me contesta. He llegado a pensar que es bueno, tiene que serlo. Pero al borde del precipicio se encuentra una gente de pelo oscuro, ojos negros y rostro blanco, que solo gritan de forma contínua, aguda, pero precisa, la misma frase: ''No future''

La valla desaparece, y ahora todo es oscuro. Empiezo a ver el mundo que me rodea tal y como es, y ahora lo entiendo. En realidad no hay valla, el futuro es algo que yo me he inventado. Pero yo lo necesito, tengo que creer en él. Porque me doy cuenta de que sin un futuro estoy muerto, que mi presente no vale nada, que no importa si saldrás o no del agujero, lo que importa es que ahora mismo estás en él.

Dos caminos. Uno es tan triste como el mundo que me rodea, pero no tiene baches, y parece largo. El otro camino da miedo. Al final del segundo veo la felicidad, al final del segundo lo seré todo. Pero el camino es demasiado peligroso, demasiado difícil. Te obliga a arriesgarte, a apostar, y la última vez que aposté perdí y desde entonces ya no apuesto. Pero no puedo seguir viviendo sin apostar. Porque los de pelo oscuro, ojos negros y rostro blanco siguen gritando: ''No future''

Tomar el camino seguro, y vivir la vida del que no vive, o tomar el camino del peligro, y posiblemente acabar muerto, aunque también con la remota posibilidad de serlo todo, de encontrar una razón para seguir, algo a lo que aferrarse, que no sea esa valla mentirosa.

Entonces, cuando me dispongo a tomar el segundo camino, la voz de la experiencia me advierte de fondo:
-Estás a punto de tomar un camino parecido al de los ''Héroes'' del mundo. Ya lo has tomado antes. Recuerda, tú no tienes su magia, no tienes su fuerza. Sufrirás. Sufrirás mucho. Nadie te respetará, y muchos te verán como un loco. Y te abandonarán.
-¿Pero eso no lo tengo ya?

16 de diciembre de 2014

Un aviso a esos ''Héroes'' del mundo

Y esa explosión de ideas, ese caos mental consistente e imparable, aumentaba cada día más y más. Y aunque al principio solo derivaba en desesperación y nostalgia, con el tiempo se iba convirtiendo en un odio profundo e incontrolable, en un deseo de violencia física irracional, y una locura cada vez más letal. Pensamientos suicidas carentes de razón se escondían en lo más profundo de su negro corazón, y poco a poco empezaba a entender a esos villanos de películas irreales que hacen el mal sin motivo aparente, pero con mil razones. Y se refugiaba cada vez más en la oscuridad de su alma, como aquellos engendros salidos de los cuentos que no pueden perseguir al héroe cuando este se acerca a la luz. Andaba como muerto por un mundo que lo odiaba, que seguía sin darle lo que quería, que se empeñaba en clasificarlo en el bando de los villanos, y se iba convirtiendo cada vez más en un monstruo carente de ninguna bondad, ya sin resquicio de esperanza. Compasión y solidaridad eran facultades solo al alcance de los ''Héroes'' del mundo, y él solo deseaba derrotarlos, acabar con ellos de la manera más horrible, conquistar todo lo que tenían, y arrebatarles ese poder que los hacía invencibles.

Y los demás no se si lo verían tal y como era, pero él sí los veía a ellos, y no podía soportarlos, no quería escucharlos, solo acabar con todos. Ya no eran pobres ignorantes, ahora los demás solo se dividían en enemigos y premios conquistables. Aquellos seres a los que deseaba poseer en aquellas noches crueles de tristeza y soledad, y aquellos otros a los que dirigía el profundo odio que nublaba su corazón. Y cada vez era más difícil vivir con ellos, comulgar con ellos, y unirse a ellos, puesto que ya no era como ellos.

Comprobó desconcertado como la naturaleza le había puesto ya una etiqueta, y estaba condenado a cumplir ese papel miserable que le había tocado. Alguien tenía que ser el villano de la película.

Pero cuidado, le digo yo a todos esos ''Héroes'' del mundo, porque si acaso se descuidan, y permiten que este triste monstruo se haga con el poder, no habrá nadie capaz de contener su ira, lo destruirá todo y a todos, porque este odio ya no es racional, ya no hay nada detrás. Ahora solo es odio. La naturaleza hace al villano y le da espíritu de villano. Solo os queda desear a todos que también sea lo suficientemente sabia como para no darle el poder al villano.

11 de diciembre de 2014

Una canción

Sí, solo una canción.





 (Una vez se entiende la letra, el vídeo oficial no tiene desperdicio)


1 de diciembre de 2014

Una oportunidad

Y también hubo noches en las que un antiguo aprendiz le confesaba tristes miedos a su maestro. Miedos que nunca se reconocen, que se intentan ocultar, que incluso se toman a risa. Pero que son los más reales:

-Pues no es un miedo, maestro, si no más bien una sensación. Es esa sensación de que te vas destruyendo poco a poco, como una vasija antigua y valiosa, consciente de que una vez brilló, pero que ahora ve como todos sus pedazos están desperdigados y no volverán a encontrarse. Es triste comprobar lo mucho que dependemos de otros. Que muchas veces nuestro triunfo o nuestro fracaso no depende de nosotros, si no que, sin darnos cuenta, nos lo jugamos todo a una mano. Y que a veces pierdes y ya no puedes volver a jugar. Pero todo ese odio permanece dentro de ti, nostálgico de la gloria pasada, deseoso de tener la oportunidad de luchar, de volver a brillar.

Pero tú solo andas como muerto por los pasillos del mundo, rodeado de gente que parece no verte, y de gente que te ve, te echa una mirada de desprecio y mira para otro lado. Parece que no quedaran miradas de lástima, o miradas de envidia, o miradas de respeto. Porque yo odio a los que me miran con altanería, a esos ''Héroes'' del mundo, a esos que juzgan sin saber, solo por el privilegio de ser felices. Pues, a fin de cuentas, que fácil es ser feliz para el que lo tiene todo, y que fácil es también criticar al infeliz, y llamarle débil y fracasado son platos a la orden del día.

Pues yo también brillé una vez, mucho más de lo que muchos brillarán nunca, y ahora ya no brillo. Ahora solo ando por un pasillo adornado con sueños rotos, deseos que vinieron acompañados de sufrimiento, y reflejos de un dios que pudo ser y nunca fue. Y puede que nunca salga de aquí, pero solo pido oportunidades, una oportunidad de saborear el poder, el egoísmo, vanagloriarme de mis actos y acabar con aquellos que son invencibles, una oportunidad de redención, de crecimiento, de venganza. Una oportunidad de alejarme de la verdad, y de ser el rey en el mundo de la ignorancia, de la mentira, del dolor, del placer, de la individualidad y de la fuerza.