Bitácora

20 de octubre de 2019

Nada serio




Si no se acerca él, yo no lo voy a hacer
se vaya a pensar que me gusta.



Hace rato te escribí un WhatsApp y todavía no respondes.
De acuerdo, te seguiré el juego.
Ya me responderás mañana.


Noche.
Pub.
Alcohol.
Conversación.
¿no hace calor esta noche?.
No es suficiente.
Más alcohol.
¿Chupitos?

Puerta del pub.
A la mierda los pulmones.
Conversación ligera
¿qué putada lo que está pasando en Barcelona, no?
No es suficiente.
Necesitamos más.

Otro cubata.
Ahora su tabaco sabe a menta.
Pero vaya ojazos que tiene la chica.

La conversación coge fuerza.
No recuerdo la última vez que me lié con alguien estando sobria”.
Ya te tengo.
Ahora sí.

Pero ya no lo quiero.


Vuelvo a casa andando.
Nada me gusta más que respirar la noche de verano.
Se escuchan cohetes de fondo, ¿es que en esta ciudad no saben cuando parar?

Llego a casa.
Me respondes el WhatsApp cuatro horas después.
Qué putada.

Ahora tengo que esperar otras cuatro horas para responderte.

Así que pasa un día más
y yo sigo esperando a que te des cuenta
de que a mí me gusta responderte el puto mensaje al momento.

Y hablando de momentos:

En qué momento se estipuló por ley
que para llegar a algo contigo
tengo que mostrarte que no te necesito.

En qué momento tomar un café y desnudar el alma
se volvió más íntimo
que tener sexo.

Y por favor,
en qué puto momento se decidió
que para que haya una posibilidad de que te pilles por mí
tengo que demostrarte que no me importas una mierda.


Bendito sea este estúpido juego
en el que pierde el que se enamora.


¿Tuvimos que convertir el amor en tabú
para que el sexo dejara de serlo?


Ahora andamos descabezados buscando a una persona especial
que no existe.

Y sinceramente,
no sé qué cojones ibais a hacer aunque la encontraráis.

Todo porque no queremos sentirnos débiles.
Porque no queremos que nadie nos conozca de verdad.
Porque es más sencillo salir corriendo cuando todo se complica
y buscar otro escondite donde empezar de nuevo.
Porque es mucho más sencillo follar que dar un abrazo sincero.
Porque tenemos miedo a que en el fondo seamos un auténtico fraude.
A que cuando el otro nos pinche un poco, vea que no hay nada.

Nada serio.

Y aquí seguimos,
huyendo,
repitiendo una y otra vez la misma escena,
poniéndonos ropa interior cara para que otros se limpien los pies al entrar.

Haciendo del amor un esclavo de nuestro orgullo.

¿No creéis que merecéis un poco más que eso?


           Yo no sé jugar a ese juego de no sentir

           ...y además no quiero aprender a hacerlo









CREDITS:

Chipi Lozano- https://www.youtube.com/watch?v=-6RbtPjiwPQ 
Roy Galán- Haz que no parezca amor